La chinchilla es un roedor y mamífero similar a la ardilla. Por su suave pelaje de color grisáceo, la piel de chinchilla es muy buscada en peletería. Pues permite confeccionar abrigos de gran calidad que aseguran protección completa contra las bajas temperaturas.
Para saberes más sobre sus beneficios, cuidados y técnicas de criado y conservación, continua leyendo este artículo.
La piel de chinchilla en peletería
La piel de este animal es fundamental en peletería, y no es para menos. Hablamos de un pelaje suave y característico que no requiere de otras tinturas para lucir estético y elegante. Además, como el cuero de la chinchilla es fino y flexible, garantiza resultados óptimos en cuanto a durabilidad, resistencia y, en resumen, calidad de confección.
Actualmente, este pequeño mamífero es criado en cautiverio con las mejores técnicas de conservación y reproducción asistida que, posteriormente, permiten el desarrollo de la industria peletera gracias a la economía circular.
El objetivo es cumplir con los estándares de limpieza e higiene recomendados, para evitar contaminación por la toxicidad de la orina y demás factores. De esta manera, no sólo se garantiza la obtención de una piel saludable, sino que además, a través de estas técnicas de crianza y producción, se fomenta y se avala la conservación de la especie a favor de la sustentabilidad.
Datos sobre la piel de chinchilla
Son muchos los datos que podemos compartir sobre la piel de chinchilla. Sin embargo, entre los más interesantes destacan el color de la piel según la edad y el pelaje de la nuca.
Mientras que una chinchilla joven tiene un color de piel azulado, los adultos poseen una dermis más clara y blanquecina. El pelaje de la nuca, por otro lado, madura antes que el resto de las partes del cuerpo. Siendo las patas lo último en madurar en su desarrollo hacia la adultez.
Todo esto influye directamente en la selección de pieles y confección de abrigos de calidad. Siendo crucial la temperatura a la hora de iniciar y optimizar el proceso de maduración de pieles, cuyo tiempo estimado no debe superar los 70 días.
Piel de chinchilla, la perla de las pieles
Como ya hemos indicado, la chinchilla tiene una piel de textura liviana, suave y densa que cumple con los estándares de calidad de las pieles ecológicas más sustentables del mercado.
La cría se desarrolla de manera poligámica y la maduración paletera se produce en aproximadamente 11 meses. La calidad de la piel y su valor, por otro lado, dependerá de factores claves como:
- Tamaño
- Color
No por nada la piel de chinchilla es llamada “la perla de las pieles”. Pues, es el producto de mayor sofisticación a la hora de producir abrigos de gran calidad y elegancia. Las últimas prendas que desfilan sobre las pasarelas, son nada más y nada menos que de las ostentosas chinchillas para peletería.
Características de la piel
El pelo de la chinchilla tiene tres capas que se diferencian por su base, barra y velo:
- Base: De color gris o gris azulado. Se encuentra en todo el cuerpo del animal.
- Barra: De color blanco, tiza o amarillento. Forma la panza del mismo.
- Velo: Color oscuro brillante, gris oscuro, negro o gris azulado. Capa superficial de piel que se encuentra distribuida en el lomo del animal.
Abrigos de chinchilla
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